Taller de inteligencia emocional
El programa de talleres para el desarrollo de la Inteligencia Emocional que se imparte en Gabinete de Psicología C. Araceli Vázquez, tiene como base el modelo de competencias emocionales de Bisquerra. Este modelo estructura las competencias emocionales en cinco grandes bloques: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía personal, competencia social y habilidades de vida para el bienestar, formando lo que el autor denomina como pentágono de competencias emocionales y donde cada competencia incluida en el modelo se especifica en base a micro competencias.
El programa persigue los siguientes objetivos:
- Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones. Conocerse a sí mismo y aprender a valorarse a través de los conceptos de autonomía emocional, autoconcepto, y autoestima.
- A través del concepto de empatía, aprender a ponerse en el lugar del otro, a entender sus emociones y expresarles las nuestras en aras de crear relaciones interpersonales sanas y asertivas.
- Desarrollar la habilidad para controlar y canalizar de forma apropiada las propias emociones así como saber en qué situaciones o con qué personas es adecuado socialmente mostrarlas u ocultarlas.
- Identificar los pensamientos (positivos/negativos) que acompañan a los diferentes tipos de emociones.
- Distinguir emociones y estados de ánimo para pensar adecuadamente de aquellos que merman las capacidades cognitivas.
- Adquirir pautas para la gestión y expresión de las emociones negativas: aprender a tranquilizarse, a manejar adecuadamente los enfados, a afrontar miedos,…
- Prever situaciones emocionales negativas o difíciles para evitarlas o afrontarlas de manera adecuada.
- Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas intensas (estrés, depresión,…).
- Desarrollar la habilidad para experimentar emociones positivas, sentimientos, y estados de ánimo, (alegría, humor, amor, felicidad) y generarlas de forma consciente y voluntaria.
- Desarrollar la habilidad de automotivarse y adoptar una actitud positiva ante la vida.
En definitiva este programa persigue desarrollar la inteligencia emocional y las competencias emocionales consecuentes con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social.
Los beneficios de la educación emocional:
Las investigaciones han analizado los beneficios y relaciones de las competencias emocionales en ámbitos tan importantes como la salud física y mental, el consumo de drogas, las relaciones interpersonales o el rendimiento académico. Algunos de estos estudios han mostrado que tanto la falta como el entrenamiento de habilidades emocionales afectan directamente a ámbitos personales y sociales de las personas, mostrándose como una variable importante a la hora de explicar el ajuste psicosocial de las mismas.
En diversidad de estudios se reconoce que el déficit en ciertas habilidades como el manejo de conflictos, la gestión del estrés, el control del impulso, la empatía o la autoestima son causas de problemas de inadaptación social. Igualmente aquellas personas con habilidades emocionales para percibir, comprender y regular sus propias emociones y capaces de utilizar estas habilidades con los demás presentan una mejor salud no sólo psicológica sino también física. Así, aunque gran parte de los problemas
socioemocionales (depresión, ansiedad, estrés, infelicidad,…) se originan por factores de riesgo ajenos a las competencias emocionales, hemos de dotar a los educandos de aquellas habilidades personales que les sirvan como factor protector de estos problemas.
El desarrollo emocional se produce fundamentalmente desde el nacimiento a la pubertad, lo que convierte este periodo en el más adecuado para la educación emocional.
No obstante las competencias emocionales son mejorables durante toda la vida., pero es básico que lleguen a la adolescencia habiendo desarrollado su inteligencia emocional, pues en relación a su ajuste psicosocial se ha constatado que adolecentes con alto nivel de inteligencia emocional, presentan menor número de acciones impulsivas y de riesgo (una de las características psicosociales de esta etapa es la asunción de conductas de riesgo). Igualmente, los adolescentes emocionalmente inteligentes detectan mejor las presiones de los compañeros y afrontan más adecuadamente las discrepancias entre sus emociones y las motivaciones del grupo, lo que lleva a un incremento en la resistencia grupal y a una reducción de consumo de alcohol y tabaco.
La inteligencia emocional también está en la base de muchos procesos físicos y así, encontramos que existe un vínculo directo entre las emociones y la salud ya que existen emociones, tanto negativas como positivas que van a influir de un modo u otro y, si bien unas conducen a la ansiedad o el estrés, provocando la elevación de la tensión sanguínea o la disminución de las defensas, también en el caso contrario, las emociones positivas desempeñan un conjunto de variables, que llegan a ser tonificantes para el propio cuerpo.
También existen investigaciones que han podido relacionar la inteligencia emocional con el rendimiento escolar pero no como una relación directa IE- logro académico sino en relación al efecto mediador de las habilidades emocionales sobre el rendimiento escolar.
Se ha constatado que la inteligencia emocional intrapersonal, es decir, la capacidad de reconocer los propios estados afectivos y poder compensar los estados emocionales negativos, influyen sobre el rendimiento académico final a través de la ruptura de los bloqueos cognitivos que originan la ansiedad o el estrés en las pruebas de evaluación. Igualmente se ha comprobado que los alumnos con mayor cociente intelectual no tienen porqué ser los más felices, pero sí se ha comprobado que aquellos que puntúan más alto en inteligencia emocional presentan más altos índices de aspectos de la felicidad tales como bienestar subjetivo o ajuste psicológico y, a su vez, estos factores se relacionan directamente con la motivación personal en las tareas académicas y, por tanto, en su rendimiento académico.
Por tanto, la inteligencia emocional se suma a las habilidades cognitivas como un factor de predicción tanto para el equilibrio psicológico (felicidad y bienestar subjetivo) como para el logro académico.
Además de a nivel individual, la inteligencia emocional se relaciona con el éxito escolar en la medida en que se relaciona con las conductas disruptivas en clase. A menores niveles de inteligencia emocional mayores niveles de impulsividad y peores habilidades interpersonales y sociales, lo cual favorece el desarrollo de conductas disruptivas y comportamientos que dificultan el proceso de enseñanza-aprendizaje y el buen funcionamiento del grupo escolar. Se ha demostrado que aquellos alumnos con pocas habilidades emocionales están más desajustados en la escuela mostrando una actitud negativa tanto hacia los profesores como al colegio.
- EL PROGRAMA CONSTA DE SEIS TALLERES DE UNA HORA Y MEDIA
- METODOLOGÍA:ASIMILA-CIÓN DE CONCEPTOS A TRAVÉS DE DINÁMICAS, JUEGOS, ROLE PLAYING…
- GRUPOS MUY REDUCIDOS Y DIVIDIDOS POR FRANJAS DE EDAD
- DÍA DE LA SEMANA EN QUE SE IMPARTIRÁ: A CONVENIR SEGÚN DISPONIBILIDAD DE LOS NIÑOS/AS INSCRITOS.
TALLER 4
«ME CALMO»
APRENDIENDO A TRANQUILIZARME: REGULACIÓN EMOCIONAL
TALLER 5
«ME ENFADO»
APRENDIENDO A MANEJAR MIS ENFADOS: GESTIÓN DE LA IRA.
TALLER 1
¿CÓMO ME SIENTO?
APRENDIENDO A IDENTIFICAR Y COMPRENDER LAS EMOCIONES.
Anímate, pide información sin compromiso.